Como siempre que competimos aquí, la motivación y ganas de hacerlo bien son mayores, si cabe. Llegábamos en el peor estado de forma de toda la temporada y con alguna duda en cuanto a la capacidad actual para competir. La última semana intentamos ganar ritmo y confianza de cara a afrontar las pruebas con las mejores sensaciones posibles.Comenzamos con la esgrima, logrando un muy buen resultado, 250 puntos. Pero sobretodo con la sensación de progresar mucho en el planteamiento y desarrollo de los asaltos. Fue un gran comienzo de competición.
Seguimos con la natación. El planteamiento fue el de ser agresivos en el primer 100 con el objetivo de alcanzar el ritmo que nos interesa cuando estemos en forma, y después luchar al máximo el segundo 100. La marca final 2'13" está lejos de nuestra mejor marca pero cumplimos con el planteamiento inicial aguantando hasta los 150 metros. Más o menos lo esperado, dándonos información clara de donde tenemos que insistir a partir de ahora.
La tercera prueba, la hípica, marcó el punto de inflexión en la competición. Llegamos en segunda posición, bastante lejos de la tercera, de manera que las expectativas eran bastante buenas. Sin embargo el sorteo de caballos nos deparó una sorpresa desagradable. Salíamos en segunda ronda, y la jinete que montó en primera no pudo acbar el recorrido. Decidimos cambiar el caballo y sorteamos uno de reserva, pero la suerte nos volvió a dar la espalda. Finalmente no fuimos capaces de acabar el recorrido y hicimos 0 puntos en la prueba de hípica. Este resultado nos privó de cualquier opción en la competición.
Aún así, planteamos la prueba de combinada como un test y una oportunidad para trabajar los aspectos del tiro que nos permiten tener consistencia y seguridad en esta disciplina. el inicio fue un poco dubitativo pero la segunda parte de la combinada fue buena, logrando ser regulares y efectivos. Por otra parte, las piernas notaron la fatiga de la primera semana de la temporada en que pudimos hacer entrenamientos normales.
Así, a pesar del mal resultado y de la oportunidad perdida, hay elementos positivos a destacar: el nivel mostrado en esgrima (no solo a nivel de resultado, sino de ejecución), el ritmo logrado en natación a pesar de estar desentrenados, la capacidad para sobreponerse a la decepción y seguir compitiendo y luchando, y, sobretodo, la ausencia de dolores durante y al acabar la competición.
La sensación es que cada vez estamos más cerca de donde queremos, pero cada vez cuesta más llegar porque requiere mayor esfuerzo mejorar lo necesario. Así es el deporte y por eso nos gusta tanto.
Nos acercamos al desenlace de la temporada, vamos quemando etapas y este fracaso nos tiene que servir para aprender y salir reforzados. Sabemos qué nos falta y tenemos las herramientas para intentar lograrlo. Daremos todo lo que tenemos para que sea así.
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